Nuestra vida es aprendizaje, y esto, el aprendizaje, nos afecta desde antes de nacer. Nuestro cerebro está en conexión con el sistema nervioso que le nutre de los estimulos tanto externos como internos.
Aquí estoy yo, casi a mis 40 años, y aún aprendiendo. O al menos eso creo yo. Realizando mi doctorado en una universidad americana tras tener algunos titulos universitarios de España. Siempre buscando algo nuevo que aprender, que añadir a mi cajón del conocimiento.
Aquí estoy yo, buscando más que hacer en cursos online y presenciales. Creo que las ansias de aprender se pueden comparar con el hambre en mi caso. Siempre tengo buen apetito. La parte positiva es que el conocimiento no tiene grasas y otras sustancias que te hacen parecer más gordo. Tiene otros efectos, bastante interesantes, por cierto. Y no a todo el mundo les "cae" igual. No sé si tendrá que ver con el metabolismo de cada persona, o su herencia genética, pero está claro que a cada uno le sienta de una manera distinta.
De forma generalizada, el aprendizaje te da nuevas herramientas, conocimientos, estrategias, habilidades, necesitas de otros para realizar dicha función. Últimamente, aquí hablan mucho de la socialización, me refiero en los Estados Unidos. ¿Quiere decir que han estado aprendiendo por si solos? Supongo que no, porque entonces los maestros y docentes, los directores/as servirían para algo, ¿verdad? ¿Y los padres y madres, y las familias? ¿Y los compañeros/as de clase? No seguiré mencionando a más gente importante en el viaje del aprendizaje. Lo que me alegra saber es que ya empiezan a "relacionarse" con los demás en este enriquecedor y maravilloso proceso, el aprendizaje.
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